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Las mujeres que se han disputado la corona saben bien que detrás de una gran candidata a Reina de Quito existe siempre una gran barra.


Estos grupos conformados por familiares y amigos que son admiradores devotos de cada una de las chicas, son un elemento fundamental en este certamen de belleza, pues se encargan de animarlas en esa gran noche, cuando los nervios están ‘a flor de piel’.


El trabajo de las barras comienza varias semanas antes de la gran final. Los familiares se reúnen para definir estrategias y diseñar todos los elementos decorativos que harán a cada barra única y diferente de las demás. Como si de un traje de novia se tratara, las organizadoras de cada barra guardan celosamente el secreto de lo que mostrarán el día de la gala.


Últimos preparativos


Eliana Hernández, la madre de Carolina Báez, se encuentra entusiasmada y feliz, pues varios familiares de Estados Unidos y Europa acudirán a la cita. Mientras los espera, prepara la estrategia para la gala final. “No quiero desvelar lo que estamos haciendo. Quiero que sea una sorpresa para Carolina. Como pista puedo decir que estamos preparando algo para que nos pueda ubicar sin problemas desde el escenario. Estaremos allí todos y todas para alentarla y darle fuerza”, comenta desde el salón de su casa.


En el Hotel Marriot su hija aguarda pacientemente. Está tranquila y concentrada, intentando disfrutar de la apretadísima agenda que ella y sus compañeras tienen que lidiar a diario.


“Al ser una gala retransmitida en directo no quieren que llevemos pitos ni instrumentos. Yo, a mis amigos y familiares, les he dicho que lleven su pulmón, con eso es suficiente”, dice Eliana.


Todos a una


La candidata Diana Olivero denomina ‘Art Attack’ a lo que su familia está preparando: fotos, pancartas, afiches y mucha ilusión. Al igual que el resto de sus compañeras desconoce exactamente los que ‘su gente’ está preparando. “La respuesta es increíble, se reunirán compañeros de Crossfit, de la Uni, del colegio, del deporte, todos juntos a un solo grito”.


María Belén Rodríguez, la madre de Domenike León, también se ha volcado en cuerpo y alma a esta tarea. Como fruto de esta campaña ha estrechado lazos con la madre del novio de su hija, ya que las dos han unido fuerzas para alentar a su candidata. “Somos más de 100 personas que queremos ir a la final, pero no podrá ser. Tengo entendido que a cada candidata le dan unas 60 entradas. Estaremos allí apoyando y colaborando con nuestra querida hija. Llevaremos sorpresas que todavía no se pueden desvelar”.


Vocación solidaria


La candidata Cristina Espinosa no se preocupa mucho por cómo transcurre la preparación de su barra. Su madre se encarga de organizarlo todo. “Mi madre quiere que yo me centre en los últimos días previos a la gala”, comenta. Como curiosidad, Espinosa está recopilando dinero para poder llevar a la gala a un grupo de niños del Hogar Suizo, donde realiza labores solidarias.


En la barra de Nined Vinueza habrá una amplia representación de diferentes provincias. Su madre es de Tulcán y su padre de Cuenca. Al igual que sus compañeras, no tiene mucha idea de lo que sus allegados están preparando: “Sé que van a estar todas las personas importantes en mi vida. Mis padres, mi novio, mis familiares y amigos. Estoy muy emocionada y sé que será un día inolvidable”. (MAP)

 

Las barras, el secreto mejor guardado

La final de la Reina de Quito se celebrará el 20 de noviembre en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana a las 20:00.

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invitaciones posee cada una de las candidatas..

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