Son las 10:30 y muchas candidatas a Reina de Quito no han tenido tiempo ni de desayunar, el ritmo al que se exponen los días previos a la gala final, el 20 de noviembre, es frenético y dista mucho de lo que cualquier chica podría imaginar.
El día de muchas de estas reinas, que se han comprometido con la labor social, comienza a las 3:00, cuando las furgonetas de la organización acuden a buscarlas a sus hogares. A modo de aliado contra el frío de la aurora una cobija las aguarda fielmente sobre cada uno de los asientos.
Es en esos momentos de duermevela, cuando la ciudad todavía no acaba de despertar, es cuando disfrutan de una merecida paz rumbo a una de las sucursales de una peluquería famosa, donde las dejan perfectas para encarar las interminables jornadas de eventos, compromisos con auspiciantes, visitas a centros y otras muchas responsabilidades que las candidatas acatan con estoicismo y agrado. “Por las noches, Quito parece otra ciudad, está vacía, prácticamente no hay carros y hace mucho frío”, recuerda Cristina Espinoza.
Preparación matutina
En torno a las cuatro de la madrugada llegan a una de las tiendas de una conocida franquicia “no se puede decir cuál es, para que no nos molesten”, susurra una de ellas. Allí durante las dos horas siguientes un equipo de estilistas, peluqueros y maquilladores ‘esculpen’ sus rostros y modelan sus cabellos. “En realidad no tenemos que hacer mucho trabajo. Todas tienen un cabello natural largo y con volumen que lo facilita todo mucho”, comenta Miguel Pacheco, uno de los estilistas.
El campamento base de las 12 finalistas es el Hotel Marriot. Allí se reúnen antes de acudir a los eventos y almuerzan, además la organización Reina de Quito dispone de unas oficinas. Hoy (martes) acuden a conocer los diferentes proyectos que realiza la Alcaldía. El primer encuentro público, con medios y autoridades, tuvo lugar en el Parque Suecia, en el barrio Quito Tenis. Este junto al de Balcón del Norte y Monteserrín disponen de un programa de recolección diferenciada por el cual se recuperan un promedio de 4 toneladas diarias de material reciclable.
Efectivamente el barrio está repleto de fundas celestes que albergan productos de plástico, cartón, vidrio o cristal. Cada martes 70 gestores ambientales (antiguos minadores) los recogen y los entregan en algunos de los centros de acopio que existen en el Distrito.
Alcanzar sueños
Tras las pertinentes fotos y la efímera visita de distintas personalidades del ámbito político las candidatas disfrutan de un descanso.
El telón de los focos y las cámaras ya bajó. Los organizadores les entregan fundas con sánduches. Dos de ellas acuden al parque a sentarse plácidamente a descansar sobre un pequeño muro. Las demás, de forma natural, acuden también formando una hilera, como si fuera una improvisada pasarela.
Es el tiempo de las confidencias, del descanso del guerrero. “Ser candidata era mi sueño, pero era consciente de que también suponía muchos gastos económicos para mi familia y yo no quería hacerlo. Mi novio tuvo la idea de poner dinero en un ‘cepito’ para ayudarme con estos gastos. Un día llegó con este y me dijo: Tus sueños son los míos”, recuerda emocionada Dominike Torres.
Pequeña familia
De nuevo vuelven a las furgonetas. En toda esta logística es importante la figura de María Elena Hidalgo, a la que todas llaman cariñosamente ‘mamá’. Ella las acompaña donde vayan y cuida que todo esté en orden y que no les falta nada. “Las chicas son muy buenas y ponen todo de su parte”, comenta. En el interior de la furgoneta, en la parte delantera, hay otro cepo, este con forma de chanchito y de color rosa. Hidalgo desvela que cada una de las candidatas que llega tarde debe poner un dólar: “El otro día sacamos siete dólares y compramos unos shawarma”.
Las candidatas llegan al centro de reciclaje de Emaseo. Tan solo han transcurrido 20 minutos de trayecto y muchas de ellas están completamente dormidas. La puerta corrediza se abre, de nuevo esperan los medios de comunicación y un nuevo evento que cubrir. Lo ojos de las chicas se abren rápidamente, como si un repentino flash hubiese atravesado sus mentes. Algunas se maquillan levemente, otras acicalan su pelo, el sueño queda absolutamente desterrado, dando paso a una sempiterna sonrisa que no les abandonará, por lo menos, hasta el día de la gran final. (MAP)
La jornada de las reinas empieza de madrugada

La elección final será el jueves 20 de noviembre en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana a las 20:00.
