Conocer los secretos de la alcoba de una dama de la talla de las candidatas a Reina de Quito no es cualquier cosa. El dormitorio es seguramente el espacio más privado y preciado de cualquier joven, una extensión de cada persona, donde se vierten anhelos, gustos y aficiones. Diario La Hora accedió a los cuartos de las candidatas Cristina Torres y Stephany Ordóñez.

El de la primera es un espacio decorado al detalle, plagado de fotografías. Lo preside un tocador de color blanco, a su lado una cama grande y estanterías donde se encuentran varios objetos de decoración. Aquí se revela su gusto por la creatividad y el diseño, -se dedica profesionalmente al diseño de interiores-. “Me fascina el Art Attack. Ver un objeto y reproducirlo. Siempre me han gustado las manualidades y todo lo que tenga que ver con la creatividad”, comenta sentada sobre su cama.

Fiel amigo

Al cabo de unos instantes llama a la puerta sin previo aviso Thiago, un miembro más de la familia. Este simpático french poodle está muy presente en la vida de Torres. “Cuando está en mi cuarto durmiendo por la noche y entra Cristina, tan solo escucha las pisadas y no deja de rascar la puerta hasta que le abren para irse con ella”, explica su hermana Estefanía, a la que también está muy unida.

Su madre Jeny Cobos la recuerda como una niña tranquila, sencilla y tímida. Eso sí, cuando se trataba de jugar prefería el fútbol y a las casitas de muñecas. Junto a su hermana y a sus dos hermanos formaron el grupo social Creer, Soñar, Vivir, que realizan actividades solidarias con las personas más desfavorecidas. “Cuando hacemos colecta el salón de casa parece una bodega, somos ya más de 30 miembros y hemos realizado acciones en Oriente, Otavalo, Carchi y Quito, por supuesto”, comenta su hermana.

Familia de médicos

La casa de Stephany no está muy lejos de la de Cristina. Su vida está íntimamente ligada a la salud. Su padre es cirujano, su madre enfermera y su hermana también médico. Al hablar de ella su padre Carlos Ordóñez se emociona de inmediato: “Es dulce, alegre, muy comunicativa, muy generosa, es una gran mujer y una gran hija”.

Una de las grandes pasiones de esta joven estudiante de Comunicación corporativa son los animales, en especial los perros. En su cuarto abundan las fotos de perros y animales de peluche. Actualmente tiene tres: Horacio, Frida y Eliani, que se lo regaló su novio. Su hermana Carla explica la historia de cómo llegó Eliani a su casa: “Mi padre no quería más perros en casa porque ya teníamos dos, cuando se lo regaló su novio lo escondimos durante varios días en el armario de Stephany para que mi padre no se diera cuenta. Era un secreto. Finalmente, cuando lo vio, ya no pudo hacer nada y se quedó”.

Los animales son la gran pasión de Ordónez. Ha trabajado durante varios meses en una ONG dedicada al cuidado de animales y es incapaz de dejar en la calle a un cachorro indefenso. La faceta artística también corre por sus venas. De pequeña, según recuerda su madre Patricia Paredes, quería ser cantante y, si no podía, pues médico. En los karaokes no tiene rival y le gustaría trabajar en el ámbito de la comunicación social, por ejemplo en la realización de eventos. (MAP)